EL MURO DE LAS LAMENTACIONES

Si la montaña no va a Mahoma... mahoma irá a la montaña. O de como si no consigues que entre el alabañil en casa, te armas con un mazo... y tiras lo que sobra para "abrir espacios".

Tengo unos cuantos callos en las manos, y agüjetas por todo el cuerpo... pero os aseguro que este fin de semana no me hubiera relajado más en ningún sitio.

Vamos, que voy a Vitoria ¡a comerme el mundo!.