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A bitácora de Vesania:

CRUZADA CONTRA LA COCA-COLA.

Hace años que hemos satanizado a Microsoft, por su posición dominante en el mercado, impidiendo con sus desarrollos la correcta o fácil instalación de otros programas ajenos a la marca principalmente, aunque como todo lo que se radicaliza, se está en contra de Microsoft, ya por todo, y sobretodo porque es un gigante.

Hace tiempo tuve la inmensa suerte de visitar Chiapas (México), una región pobre, indígena, dónde el agua corriente en las casas casi brilla por su ausencia, dónde es minoritario quien tiene luz eléctrica, y dónde los suministros son complicados de llevar y traer por esos caminos muchas veces sin asfaltar. Me sorprendió sobremanera que en cualquier casa destartalada en medio de la selva, en cualquier rincón, tras una curva aparecía un cartel de Coca-Cola, unos palets, o un camión. Evidentemente era la bebida estrella.

Hice el pensamiento en voz alta, y me contestaron que en un país dónde no se puede beber el agua del grifo, era obligado beber bebida embotellada para mantener la salud.

De acuerdo. ¿Y por qué Coca-Cola?¿por qué no se llevaba en esos mismos camiones agua embotellada?¿medicinas?¿alimentos variados?¿ropa?¿material de construcción?¿libros?.

¿Qué poder de distribución tiene ese gigante americano?¿por qué no se aprovecha para otras cosas?¿por qué no se le obliga (como se obliga a Microsoft a otras cosas), a colaborar con proyectos humanitarios, dónde precisamente el transporte y llegar a ciertas zonas es lo que encarece y frena las ayudas muchas veces?

La verdad es que es una bebida a la que tengo animadversión. Diariamente observas en restaurantes la cantidad de gente que come con ella, sin un vaso de agua encima de la mesa. ¿Sabemos la cantidad de azúcar que lleva? (ojo, la ligth es aun peor, porque en lugar de azúcar lleva dosis exageradas de sacarina y similares). Sabemos hace tiempo que es una bebida para una ocasión particular, de ciento a viento, y sin embargo, está en todos los carros de la compra en la fila de un supermercado, de una punta a otra del globo.

Es algo insano, caro por innecesario, que provoca una gran adicción y que es mala para la salud.

No hablo de prohibir, sino de informar, de fomentar hábitos saludables, y de que tomemos conciencia de lo que nos metemos en el cuerpo...

 

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