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A bitácora de Vesania:

NO ME DAN TRABAJO PORQUE ESTOY AMENAZADO POR ETA.

Este fin de semana, conociamos la historia de José Manuel Lizarraga, concejal del PP en Hondarribia que no consigue trabajo por estar amenazado por ETA.

Hablaba sin acritud, sin histerias, pausadamente, explicando que no le dejan pasar ningún periodo de prueba en ningún trabajo de los que consigue y era claro:

- Lo entiendo desde el punto de vista del empresario, voy con escolta, estoy en el punto de mira de ETA, me dicen que sí, que vale, pero que no quieren "arriesgarse".

Sus palabras relatan una realidad que muchos no miran, relativizan e incluso critican su existencia.

¿Libertad?,¡quien puede hablar de libertad!. Vale ya de paranoias politicas, por favor!.

En mi caso, humilde y ocasional, constato que comer por los pueblos lejos de los polígonos industriales por ejemplo, es pasar cuando mínimo un mal rato, quedarse sin comer incluso o estar siendo observada todo el tiempo. Nunca llevo ningún periódico (sólo está El Correo a veces, y nada más, ni El País, ni mucho menos El Mundo o el ABC....), ni hago aspaviento alguno mientras las noticias (como nadie, digan lo que digan... nadie habla), y a mi coche hace ya tiempo que le he quitado la placa de publicidad del concesionario de Zaragoza de la matrícula para que no se sepa si soy o no de allí.

He nombrado en este blog, algunas ocasiones en las que me he sentido acotolada y acojonada en Euskadi, llegando incluso a no darme de comer en un  restaurante de la zona de Legutiano, con la excusa de que las dos mesas que quedaban estaban reservadas, y no habái sitio.... Y todos sabéis el "pecado" que es para un vasco, no dar de comer...

Recuerdo otra vez en la zona de Roncesvalles, cuando llegaron dos guardias civiles, los sentaron en un rincón lejos de las ventanas, y se levantaron mas o menos discretamente las dos únicas mesas que quedaban en el bar, excepto yo. Ese día no me sentó bien la comida, porque reconozco que me pasé todo el rato vigilando la puerta de reojo, convencida de que en cualquier momento iban a entrar y a pegarles dos tiros...

No hablaré de mis experiencias profesionales con las empresas del Grupo Mondragón porque da para una crónica de varias páginas en estos cinco años....

Lo peor, es que no te lo crees hasta que no lo ves y no lo vives.

Molesta, agobia y damos la espalda sin escrúpulos, creyendo normal una situación de absoluta falta de derechos y libertades, de opinión más elemental. Ocultado interesadamente esa necesidad imperiosa que existe de no "darse a entender". 

¿miedo?, por supuesto. Yo no puedo evitarlo. Lo siento. No es una situación permanente, porque si no,te volverías loco, pero sí, varias veces al día que ves que algo "no cuadra" y que desde luego "no estás en casa".

Por eso yo valoro y admiro tanto a la gente que tiene que llevar escolta.

Los que en su pueblo, en su tierra, viven con la letra escarlata del desprecio. Amarrados a sus ideas, cómo un naúfrago de la intolerancia, con las olas al cuello, y nadando sin descanso, sin ayuda, sin apoyo hacia la orilla lejana de normalidad democrática.

Porque son ellos, y sólo ellos los que trazan el camino para que podamos esperar el final soñado, algún día.

Ánimo a éste concejal por denunciar una realidad que se empeñan en ocultarnos, y ánimo a los empresarios para que no antepongan intereses económicos ante la vida de estas personas. Contra todos no pueden. Cuantos más seamos, más dificil es que nos toque. O eso creo....

P.D. La ausencia de algunos enlaces es totalmente intencionada.

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