MADRE.-
Ser madre es algo especial, no descubro nada nuevo. El ataque del reloj biológico, esa necesidad que tiene tu hijo de ti, todo lo que depende de ti, cómo te quiere, el porqué lo has tenido, todo lo que proyectas de ti en él, a todo lo que renuncias por él y todo lo que te da él, conforman un cóctel complejo que cada mujer vivimos y transmitimos de forma diferente.
Ser madre es sobre todo renunciar, renunciar a seguir siendo la misma individualidad que eras hasta entonces. Renunciar, para empezar a todo lo que pueda poner en peligro la salud de la judía que patalea en las ecografías primeras (alcohol, tabaco, deporte, ciertos alimentos etc) , renunciar a dormir 8 horas durante muchísimo más tiempo de lo que se consideran límites estables para un ser vivo.
Pero sobre todo es renunciar al concepto TIEMPO. No me refiero al tiempo libre, que desde luego de ese ya ni hablamos, porque deja de existir para siempre, sino de tiempo para una misma. Un bebé necesita a su madre de una manera que no se es capaz de imaginar. Hacer malabarismos, sobre todo los primeros meses, para poderse dar una simple ducha por ejemplo, es algo que hay que aprender poco a poco.... y si no, que levanten la mano todas las que hemos tenido que salir de la ducha, a medio enjabonar, en pelotas por el pasillo, a poner corriendo un chupete en una cuna en la que aparentemente dormía plácidamente un angelito ;-)))
Ser madre es olvidarse de salir como antes, de tener conversaciones o ver una película tranquilamente siempre que apetezca, es olvidarse de comer a la hora que te salga de las narices, de viajar a tu ritmo, de volver a casa cuando se quiera etc etc etc. Es verdad que la mayoría de las cosas se pueden volver a hacer, es verdad, pero sólo a veces, sólo muy de vez en cuando, con mucha ayuda, pidiéndoselo a media familia, si quieren y pueden, y sobre todo si el niño no se te pone en el último momento con fiebre ...aún así siempre serán muchísimas menos veces de las que qusieras y lo que es peor, batantes menos veces de las que lo necesitarías.
Así que a veces, cuando me pongo a hablar con algunas amigas, de las que no tienen hijos, me miran como diciendo, ¿nos miente?¿por qué tiene dos hijos entonces?¿DÓNDE ESTÁ EL TRUCO? :-))
Pues el truco está en que cuando lloran desconsolados dicen MAMÁ y suena de una forma increíble, el truco está en esos momentos cuando se te quedan dormidos en brazos y sientes su calor y ese olor infantil y dulce de su piel contra la tuya, el truco está en su mirada cuando les cuentas alguna historia, el truco está en días como el de la madre cuando salen corriendo del cole directos a tu cuello, y te dan medio arrugado de la emoción un dibujo pintado con sus dedicos, y te explican con media lengua que ese monigote es SU MAMÁ... y entonces.... como un tsunami ... sientes que todo lo que has vivido, sufrido, peleado y amado hasta entonces merece la pena, es más, que te has quedado corta, muy corta... porque como te quieren tus dos pequeñajos y como tú los quieres... no tiene palabras, ni parecidos ni explicaciones... es... es ¡¡¡así de enorme!!!. :-))
Así que muy feliz día de la madre a todas, que aunque es verdad que nos lo ganamos con creces cada día.... merece la pena una pasada, ¿ o no?
Un besazo.
1 comentario
Isabel -
Comparto contigo lo de la pérdida del tiempo, del tiempo "propio", del sueño de tirón, de los viajes sin pedir permiso a nadie, de la pérdida de las largas duchas (qué ha sido de la crema hidratante... un lujo!), de la limitación en el embarazo de TOOOOOODOOOOO (vino en la comida, pacharán en el café, una copita con los amigos, hasta el parque de atracciones está limitado!!).
Pero no hay nada comparable con que cuando tienen miedo y buscan consuelo, griten: "mamáaaaaa....".
Y ésa, esa mamá, somos nosotras.
Benditos hijos.
Un beso, Carmen.