GUERRA ABIERTA AL TABACO.
Después del sensacionalista programa de investigación de Mercedes Milá sobre las sustancias "escondidas" que llevan los pitillos (programa que no vi en su mayor parte).
Y de la nueva ley que pretende prohibir fumar en los lugares de trabajo, y en los locales de más de 100 m2 (que deberán tener zonas separadas).
Me sorprendía, una pseudoencuesta de estas cualesquiera en cualquier página web:
¿Debería prohibirse la venta de tabaco?
- Sí, totalmente.
- No, que siga igual.
- Bastaría controlar su calidad.
la verdad es que voto poco pero siempre me gusta ver los resultados, y tratar de adivinar la opción "ganadora".
Yo, ingenua de mí, apostaba por el: Bastaría que se controlara la calidad...
Pues no!, más de la mitad de los votos eran: Sí, totalmente.
Vaya por delante que soy ex-fumadora desde que ví una entrevista a Terenci Moix semanas antes de morir totalmente vencido por la enfermedad. Su testimonio era tan desgarrador, confesaba una tal adicción a la sustancia que lo estaba matando, que decidí apagar el cigarrillo el 16 de julio de 2002.
Desde entonces, ha sido una lucha continua por no volver a cogerlo, y todavía hoy, después de tanto tiempo, cogería muchas tardes un cigarro.
-El cerebro queda marcado por la nicotina para siempre -oí una vez- tienes que considerarte como un ex-alcohólico, que nunca podrá volver a beber un trago...
¡qué razón tenía aquel médico!.
Al ser consciente de la adicción brutal que tiene un fumador, me aterra la idea de prohibir la venta de tabaco...
¡¡habría asesinatos por un pitillo!! ¡¡la gente se fumaría cualquier cosa!!.
Soy muy contraria a prohibir radicalmente. Las políticas han de concienciar, evitar caer ... aunque parezca que no se consigue nada...
En todo caso, sí me gustaría pedir a los fumadores que sean respetuosos. Que al lado tienen personas que tienen derecho a no meterse la mierda entre pecho y espalda.
No fume, o al menos pregunte si molesta.
No haga como el que vino el otro día a montar los armarios en casa...
-Oiga,-le dije- disculpe, pero primero, me podría preguntar si puede fumar en mi casa, que le respondo que de ninguna manera, luego le diría que soy ex-fumadora y además estoy embarazada, y después, que se salga al rellano...
El hombre, algo apurado apagó el cigarro y dijo, "faltaría más".
Allí, ya me cayó mejor.
¡bastante tengo ya con los bares y restaurantes de menú del día en los que de la nube de humo no se distinguen las mesas!!.
Y de la nueva ley que pretende prohibir fumar en los lugares de trabajo, y en los locales de más de 100 m2 (que deberán tener zonas separadas).
Me sorprendía, una pseudoencuesta de estas cualesquiera en cualquier página web:
¿Debería prohibirse la venta de tabaco?
- Sí, totalmente.
- No, que siga igual.
- Bastaría controlar su calidad.
la verdad es que voto poco pero siempre me gusta ver los resultados, y tratar de adivinar la opción "ganadora".
Yo, ingenua de mí, apostaba por el: Bastaría que se controlara la calidad...
Pues no!, más de la mitad de los votos eran: Sí, totalmente.
Vaya por delante que soy ex-fumadora desde que ví una entrevista a Terenci Moix semanas antes de morir totalmente vencido por la enfermedad. Su testimonio era tan desgarrador, confesaba una tal adicción a la sustancia que lo estaba matando, que decidí apagar el cigarrillo el 16 de julio de 2002.
Desde entonces, ha sido una lucha continua por no volver a cogerlo, y todavía hoy, después de tanto tiempo, cogería muchas tardes un cigarro.
-El cerebro queda marcado por la nicotina para siempre -oí una vez- tienes que considerarte como un ex-alcohólico, que nunca podrá volver a beber un trago...
¡qué razón tenía aquel médico!.
Al ser consciente de la adicción brutal que tiene un fumador, me aterra la idea de prohibir la venta de tabaco...
¡¡habría asesinatos por un pitillo!! ¡¡la gente se fumaría cualquier cosa!!.
Soy muy contraria a prohibir radicalmente. Las políticas han de concienciar, evitar caer ... aunque parezca que no se consigue nada...
En todo caso, sí me gustaría pedir a los fumadores que sean respetuosos. Que al lado tienen personas que tienen derecho a no meterse la mierda entre pecho y espalda.
No fume, o al menos pregunte si molesta.
No haga como el que vino el otro día a montar los armarios en casa...
-Oiga,-le dije- disculpe, pero primero, me podría preguntar si puede fumar en mi casa, que le respondo que de ninguna manera, luego le diría que soy ex-fumadora y además estoy embarazada, y después, que se salga al rellano...
El hombre, algo apurado apagó el cigarro y dijo, "faltaría más".
Allí, ya me cayó mejor.
¡bastante tengo ya con los bares y restaurantes de menú del día en los que de la nube de humo no se distinguen las mesas!!.
5 comentarios
ascension -
No tiene nada que ver con el tema pero por favor entrad en la pagina de canfranc.com y donde pone salvar la estación ayudarnos con el correo de apoyo enviado al
inisterio de Fomento. Ya somos muchos los que lo hemos enviado.
Gracias a todos y pasarlo p.f.
Mª Angeles -
Chorche -
Fernando -
Lo de hacer algo simplemente por joder, no es una actitud rebelde, son sólo ganicas de llamar la atención...
Como lo de romper retrovisores de los coches cuando eres crio por la calle o cosas de esas... no está bien, pero mola, te sientes destroyer y asocial... pero ya no tenemos edad de eso, hombre...
Chorche -