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A bitácora de Vesania:

LA FANTASMADA DE ETA.-

Palabras del periodista Iñaki Gabilondo, en este artículo del periódico El País.

"....Yo este año he estado en Gaza, allí he visto lo que es que un pueblo se sienta oprimido; yo he visto en África a gente que no tiene para comer, que tiene que caminar 10 kilómetros a por agua... Y que un pueblo como el mío se esté permitiendo la fantasmada, la chulada de darse la importancia que se está dando, convirtiendo un problema que es sencillamente un problema político como en el mundo hay millones, en un drama de este calibre, jugando batallas de vida o muerte, me parece una ofensa para los asuntos reales de vida o muerte.

No puede ser, no puede ser que dediquemos la energía que estamos dedicando a este asunto, que estemos obligando a toda España a tener la paciencia superlativa de dedicar millones de horas de un tiempo que lo necesita para millones de problemas que tiene de verdad. Sencillamente, me parece un insulto, me siento ofendido como vasco y me siento irritado. Me parece que debería haber un problema de categorías. ¡Que esos pobres chicos ecuatorianos estén muertos ahora en nombre de no sé qué anhelo...! Vamos, hombre, hay que ver el problema real de estos dos ecuatorianos que habían venido a sacarse la vida adelante al quinto pino de su país y que les hemos matado porque nosotros creemos que una organización del Estado así es peor que una organización del Estado asá... Es que esto no resiste la comparación. No banalicemos hasta este extremo las cosas y, sobre todo, si las estamos banalizando, pongámonos colorados, que nos dé vergüenza por lo menos.

2 comentarios

inde -

Pero si hasta hace poco (o hasta hoy mismo) se les puede oír comparar la situación del País Vasco con la del Ulster, o incluso la de Palestina... ¡con ventaja para estas últimas historias! Pa flipar.

lamima -

Recuerdo, hace muchos años, oir a Juan MaríaBandrés decir:"el día que los vascos dejemos de mirarnos el ombligo empezarán a cambiar las cosas".
Por lo visto aún no es tiempo, pero alguien mas se da cuenta. Por algo se empieza.