LOS CALEROS.-
En Aragón, el subsuelo es rico en cal, podría haberlo sido en petróleo o diamantes, pero nos tocó la cal ;-P
En algunos lugares de nuestra geografía todavía es posible encontrar viejos hornos de este oficio que los avances de la técnica y el proceso industrial masivo han dejado olvidados en la memoria de nuestros pueblos.
Hasta la revolución industrial y el descubrimiento del cemento, en 1824 en Portland, la cal fue el principal ligante de la construcción, mortero mezclado con arena. Igualmente mezclada con arena fina fue utilizada para revoques que daban una protección extra a la pared, y estética. También como pintura o desinfectante. La cal es responsable de la solidez de los edificios antiguos y medievales, y ha participado en obras tan prestigiosas como los frescos y estucos que los decoran.
La cal viva al contacto con el agua se convierte en hidróxido de calcio Ca(OH)2 con una liberación violenta de calor durante el proceso.
En este proceso se produce la desintegración rápida de las piedras que se diluyen en el agua. Dejando secar esta pasta se puede obtener la cal en polvo.
Básicamente un horno de cal tradicional es un pozo cilíndrico, cuyas paredes deben estar cubiertas de arcilla para evitar la dispersión de calor. Debe tener una poyata donde empezar a poner las piedras calizas y una boca en su parte inferior desde donde se alimenta el fuego.
El proceso es muy curioso, y dura 3 dias con el horno encendido y casi una semana de reposo. Colocando las piedras en forma de cúpula, y utilizando como combustible arbustos de la zona.
Existen distintas tipologías según el lugar y disposición del terreno.
Yo soy de un pequeño pueblo de las Cinco Villas, Marracos, en el que este oficio tuvo importancia, y dónde se conservan todavía distintas caleras que incluso dan nombre al campo de fútbol de la localidad (La Calera) (campo dónde crece poco la hierba como imaginaréis ;-))
Como nos cuentan en su blog, se ha recuperado parte de ese patromonio etnográfico y este pasado fin de semana se inaguró con acto institucional.
Os dejo fotos, y reseñas y si os queréis pasar por ahí, (es una sencilla y cómoda excursión a tan sólo 60 kms de Zaragoza), seguro que os recibirán estupendamente mis paisanos y os explicarán con detalle lo que haga falta.
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Roberto A. -