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A bitácora de Vesania:

BAL D'ONSERA.- RESTAURANTE ZARAGOZA.-

BAL D'ONSERA.- RESTAURANTE ZARAGOZA.-

El viernes pasado invité a Fernando a comer en Bal D’Onsera, único restaurante en Zaragoza que posee una estrella Michelín.

Me habían hablado muy bien de él, pero reconozco que iba con reservas, recordarán ustedes hace unos años, cuando fuimos a La Mar, y nos sucedió: esto. Así que aunque adoro absolutamente la alta cocina, me esperaba algo bueno, sí, pero "escarmentada" de otras ocasiones, sinceramente no muy espectacular. Quizás, fue entrar ya con esa especie de desconfianza, un mal muy aragonés por otra parte, lo confieso, pero el caso es que salimos: encantados.

Bal D’Onsera, es un pequeñísimo restaurante, de tan solo 5 mesas en una calle escondida (C/Blasón Aragonés), de a su vez otra bocacalle de la céntrica C/Alfonso de la capital aragonesa. Cuesta encontrarlo, cerrado además a cal y canto con un letrero en color plata y la carta en la pared como única pista. Es decir, lo que se dice: escondido.

Se llama a la puerta y se accede a un local algo pequeño de blanco inmaculado, muy a la moda del minimalismo más absoluto. En mi modestísima y subjetiva opinión, el local es quizás el punto flaco que le vi a toda la velada: demasiado blanco, luces demasiado potentes y sobretodo los paneles que recubren las paredes, que quizás para amortiguar el sonido son perfectos, pero las rayas horizontales con esa luz, acaban agobiando, incluso molestando bastante si pretendes fijar la mirada en tu acompañante.

El viernes, la camarera ayudante estaba un poquito torpe, no sé si por nervios, o por falta de experiencia, pero resultó correcta al final.

A partir de aquí, todo resultó perfecto. La carta de vinos me sorprendió por su cuidadísima y curiosa selección, vinos de las principales denominaciuones de origen, por supuesto, pero nada típico y esperado, una carta original, ¡en la que costaba elegir sólo un vino!. Un 10.

Como era la primera vez que veniamos a Bal D’Onsera, escogimos el menú degustación... al que francamente no sólo no le puedo poner "peros" sino que  me resultó perfecto en su selección, ejecución y presentación. Buenísimo. Otro 10. El aperitivo, las borrajitas, el langostino y la vieira, la merluza, el morro y la presa, amén del sorbete de vino y frutos rojos y la espuma de crema catalana... Ocho platos para disfrutar absolutamente con una alta y moderna cocina, sencilla en los ingredientes, quizás, pero exquisita de texturas, tiempos de coción, salsas, guarniciones y desde luego presentación... Cada bocado exquisito, acompañado con una amabilidad y una sonrisa en el servicio, que te hacen sentir cómodo y acogido. Una delicia, la verdad.

Estuvimos muy a gusto, comimos genial, y desde luego, confirmamos que Bal D’Onsera es el mejor restaurante de Zaragoza. Sin lugar a dudas. Muchas felicidades y gracias a su excelente equipo, por un trabajo tan bien hecho. De verdad.

7 comentarios

viriato -

Vya panda de pijos y locas...
Ese restaurante no vale un pimiento y tiene una entrada que parece un club de alterne disimulado.

adrian -

es muy bueno el restaurante este de zaragoza,he iodo hablar de el pero nunca estuvo aqui

madalin -

hombre,me gusta tu blog,pero lo que no me gusta es la cantidad de pop-up que salen de tu pagina cada vez que intentas mirar algo. saludos

Inde -

¡Coño, niñas, el club de los zurdos! Me lo habéis recordado en la mejor fecha posible: me acabo de quedar sin trabajo y tengo por delante un verano de puritita piscina... ¿Cuándo quedamos? Va, no tiene que ser tan difícil, vivimos en la misma ciudad...

Vesania.- -

ay! guapa, estoy en Vitoria... imposible!!! :-(
¡¡cuanto me alegro de verte(leerte) estás en el feisbuk??
arrejúntame maña! que estás están también y así charramos más a menudo. Muchos besos.

jose herrera pellicer -

una pared blanca invita apintala de royo,,,carmen, acude esta tarde al libro de Antón sobre fútbol,que hablaremos del club de los zurdos, díselo a Inde. besos, la jose

davicius -

Fue mi regalo de cumpleaños el año pasado y mi experiencia fue muy, muy similar. Con un menúde de degustación diferente, por supuesto, pero todo realmente estupendo. ¡Estoy deseando volver! ;-)