Blogia
A bitácora de Vesania:

EL MERCADILLO (II)

EL MERCADILLO (II) Y entonces venía la segunda parte,
explicar a la tendera, lo que mi madre me había apuntado, añadiendo las notas de viva voz...
- 1 pollo... pero: “dile que te saque los muslos para asar, y el resto que lo corte a trocitos para freír al ajillo!!!.

Tampoco quería “solo carne” quería

“medio de melosa a daditos para guisar”, y una pierna (de ternasco claro!) deshuesada y a chuletas...

En la frutería era aun más complicado, tenía que fijarme en lo que estaba por debajo de un precio máximo fijado por mi madre de antemano,
y de entre aquello pedir un kilo de 2 o 3 cosas, pero vigilando al frutero, para que no me echara ninguna pieza estropeada...

Ignoro lo que pensarían aquellas personas detrás de las canastas con sus delantales,
cuando una cosa pequeña que apenas asomaba por encima del mostrador, les observaba con ojos inquisidores echar las manzanas a la bolsa.

Las básculas no eran electrónicas como ahora... así que el peso era “aproximado”...lo que era otro punto de estrés añadido...

Una vez logrado el botín, andaba los escasos cien metros que me separaban de mi casa, con todas las bolsas. Y “echábamos cuentas” con mi madre...

Y yo no sé cómo sumaba restaba lo dado y añadía nosequé, el caso es que siempre me faltaba o sobraba dinero...

Lo mejor, aunque parezca increíble, es que me pasaba toda la semana en el cole esperando el sábado para ir al mercado...

El trajín de cestos, de personas, de bolsas y sobretodo de olores mezcladas... el apio, las cebollas, el puesto de encurtidos... me apasionaba observar aquel mundo complicado evolucionar alrededor de mí.

Ahora... voy al supermercado en un cuarto de hora escaso, arrebatado a cualquier tarde-noche que tengo un hueco, con muchas más prisas pero sin vigilancia...y me digo,

Es lógico que los mercadillos estén vacíos y hayan cerrado en su mayoría.

No hay tiempo para estar una mañana de puesto en puesto... y sobretodo

¡¡no sabríamos comprar ya, en un sitio como aquellos!!!

2 comentarios

Magda -

Que linda está la imagen de las frutas.

Un abrazo para ti.

PdelG -

a mí me enviaban poco a la compra, creo que nunca, pero a algún recado de última hora sí. Y era tan bien mandada, que una vez me encargó mi madre una lata de atún, y al ver que ponía 'bonito', el tendero tuvo que emplear un buen rato en convencerme de que era lo mismo, apoyado por unas cuantas señoras... de todas formas no las tuve todas conmigo hasta que no llegué a casa y mi madre no me obligó a cambiarlo ;)