CONFESIONES Y REFLEXIONES EN LA MADRUGADA.
Estar sola y lejos de casa me produce estas cosas, largos momentos de silencio, de pensar, de descansar, de echar de menos a los míos y de darle muchas vueltas a las cosas.
Confesaré algo: reconozco que la discapacidad, o la "capacidad diferente" como habría que llamarla realmente, me ha producido siempre una inmensa pena, tristeza e incluso angustia.
Cuando veo un ciego, un sordo, un mudo, un enano, un parapléjico etc, me entra una profunda impresión y me pongo triste pensando en lo injusto que es.
Querría comportarme normalmente con esa persona, ignorarla, tratarla como si en vez de morena fuera rubia, pero no puedo. Eso me pone peor, porque considero que la discrimino, que le transmito mi pena en vez de mi ayuda, o mi amistad.
Nunca he sabido muy bien qué hacer salvo pedir fervientemente que nunca me tocara de cerca a mí. Algo tremendamente egoísta, aunque fuera perfectamente entendible.
Ahora, desde hace un tiempo he trabado una amistad impagable con Lamima a través de esto maravilloso que me parece un blog. Ella transmite en el suyo su desasosiego, su preocupación, su ilusión, su esfuerzo y su sonrisa, viendo feliz y ajena a todo, a su pequeña Ainhoa. Ainhoa es acondroplásica y tiene 2 años.
He aprendido mucho de ella, pero sobretodo he reflexionado sobre mí.
He leído del problema , del azar de esa discapacidad, de que pueden ser más listos que tú o que yo, y que lo único que les hace sufrir es la burla, la curiosidad o la sobreprotección de los demás.
En la página de la Fundación ALPE vienen muchos artículos imprescindibles para saber más, y sobretodo hay una carta modelo para entregar en el colegio si los padres lo estiman oportuno.
Leer esa carta es abrir los ojos y el corazón, es enterarse de lo que esperan de nosotros, ellos, y todos los discapacitados: sólo quieren llevar una vida normal, que los consideres normales, poder hacer el mayor número de cosas por sí mismos, que te salga del corazón el no volverte por la calle a mirarlos, no balbucear si les tienes que decir o ayudar a algo. Naturalidad.
Algo que si no te lo crees de verdad no puedes transmitir.
La no discriminación no está en unos buenos sentimientos o en una intención, está en unos hechos concretos que hagan que a todos se nos deje vivir en paz. No es pedir mucho, pero el desconocimiento hace dificil el conseguirlo.
Yo reconozco que sin quererlo, sin sospecharlo siquiera era una discriminadora, aunque fuera por mi bajada de ojos, y mi borrado de sonrisa, y he decidirlo no hacerlo más, no hay gente menos capacitada que yo, hay gente con capacidades diferentes: Ainhoa hace el espagat como nunca lo he podido hacer yo!!, es más bajita que yo, y yo soy más bajita que Gasol... ¿me tiene que tener pena Gasol por ello?.
No tiene sentido, démonos cuenta de verdad.
6 comentarios
Fernando -
inde -
lamima -
Yo tengo en casa uno de Saulo Fernandez Arregui, profesor de psicología social en la UNED, publicado con ayuda de la Fundación Alpe: "Mi in-dignidad en tus manos". Es un estudio acerca de la exclusión social en el caso concreto de la gente con acondroplasia. Está planteado como una tesina...sus resultados son sobrecogedores.
JoseAngel -
lamima -
Tú sabes bien que conocer es aprender y entender, ya lo has hecho.
¿Discriminadora?, yo también lo era en el sentido que tu aduces. Todos lo somos en cierta forma claro que sí.
Por eso solo queda abrir la puerta para que la gente conozca y aprenda.
Yo intento enseñar algo en mi blog (amén de desahogarme un "poquico")para que personas inteligentes, honestas y fantásticas como tú sepan como actuar.
Ay, ya lo dice Inde:¡que maja es la gente maja!
Esto sí que es empezar bien el día.Te daba un abrazo ahora que te espachurraba!!!
m ; ) -